martes, 7 de junio de 2005

Hoy que te vas

Hoy que te vas…
Hoy que te marchas
Hoy que ya no te importo más
Hoy que eres primero tú y nunca yo
Solo yo y nunca tú
Hoy mi corazón se torna negro completamente
Lleno de la soledad que nunca lo acompaño
Se torna negro y se niega a latir
Se aferra a lo primero que ve
Como una sanguijuela que necesita del amor de otros para vivir
Mi pobre y estúpido corazón…
Hoy se me hace un nudo en la garganta
Que ya no me deja expresarme con el mismo sentimiento de antes.

Hoy que te marchas, me hieres hasta el fondo
Hoy que retiras siento ganas de morir
Morir de necesidad de ti
Morir de ganas de saciar mi hambre a besos contigo
Hoy tengo ganas de calmar mi ira abrazándote
De no sentirme tan solo
De no hablar con el televisor
De no reírme de la nada
Hoy que te vas, sé que no volverás, sé que nunca llamaras, y no me dejaras buscarte
Creaste un laberinto, mientras yo creía en tu sinceridad
Y ahora quede perdido
Perdido en tu juego, en el que me quieres ver acabado
¿Si te hago una pregunta esta vez la responderás?
Dame la última respuesta para marcharme desolado
Deja de escuchar mis palabras y esta vez comienza tú la conversación
Esta vez dame tú un beso
O un simple abrazo
Aunque sea estrecha mi mano antes de marcharte...

Ahora que te has ido
Todo se torna negro en el olvido
Aquí postrado a la vista de todos, están mis venas y mi sangre.
Como ofrenda para que vuelvas.

Ahora que te has marchado para nunca volver
Lloro en silencio en los rincones más escondidos de mi mente
Rasgo las paredes lleno de desesperación por estar tan solo
Grito estúpidamente sin ser escuchado
Sigo conversando con la pared, por alguna razón nunca me responde
Hoy que te retiras, lleno mis pulmones de humo para morir más temprano
Lleno mi estómago de alcohol, para olvidar un poco tus caricias
Aturdo mi cerebro con falsas musas, para tratar de no escribirte poesía
Pero nada funciona
No muero, no olvido, no dejo de escribirte, no me levanto, no salgo de mi cama, no lavo mi sucio cuerpo.
No quiero borrar las pocas huellas que dejaste en él
No quiero perder el aroma de tu piel
Me niego a aceptarlo, me niego a vivir, me niego a salir, me niego a intentar, me niego a hablar
Mi propio cuerpo se niega a sentir
Mi corazón se niega a latir, me exige tu presencia para palpitar, extraña tus caricias
Mi alma… mi alma se perdió ya hace mucho tiempo, se perdió cuando deje de entender las cosas
Me miro en el espejo y solo veo el vacío de un hombre, los ojos rojos, el cabello hasta la nariz, la barba de un vago.

Este hombre ya no tiene hambre, solo tiene hambre de ti
No tengo ganas de nada
¿Qué tan rápido cambia la vida? En un segundo
¿Qué tan rápido el niño se retira?
¿Qué velocidad tiene un golpe de la vida?
¿Hacia dónde va?
Quiero saberlo para volver a bailar con ella
Pero te necesito, el punto es que te necesito y no puedo evitarlo
Te respiro, eres mi… eso eres algo q no puedo explicar
Ni siquiera se la razón por la que te amo, el cerebro no es capaz de explicar las cosas del corazón
Te abrí los ojos, tal vez te asuste
Tan acabado estoy, tan perdido, tan dolido, tan ardido, tan muerto, tan insensible, tan cobarde, tan desgraciado, tan repugnante, tan vació, tan negro, tan negativo, tan estúpido, tan incrédulo, tan débil, tan débil…

Creative Commons License
Insights of Armando Vladimir Rodríguez Zepeda by Armando Vladimir Rodríguez Zepeda is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.